EL PERRO RABIOSO – INTERPRETACIÓN VS. HECHO
Érase una vez un perro vagabundo. Era un perro acostumbrado a malvivir, tanto que era lo único que conocía: dormía a la intemperie, andaba entre basuras, apenas si comía y no recibía cariño de nadie. Un día el perro pasó por el barrio rico de la ciudad y se coló en una de las casas. Todo lo que allí había era completamente desconocido para él, podríamos decir que no existía… Es probable que en aquella casa hubiera comida en abundancia, era cálida y quizá hasta podría encontrar alguien que lo quisiera y lo cuidara. En aquella casa todo brillaba: estaba repleta de espejos, el suelo acristalado y jarrones de cristal y bronce bien pulido por todos lados.
Es posible que ante aquella visión tan inusual se activara el miedo del perro y se puso en alerta… el perro pasó al lado de unos espejos y vio un perro. Nunca había visto a ese perro así que lo detectó como una amenaza, comenzó a ladrar y salió corriendo… Pasó entonces por otro espejo y vio un perro ladrando… Miró hacia abajo y vio otro perro rabioso que tocaba sus patas… Se acercó a un jarrón y vio dentro la cabeza deformada de un perro que le ladraba… Ante tanto terror en forma de rabia el corazón del perro se paró y murió…
¿Cuántos perros rabiosos tú ves a lo largo del día?… ¿De dónde viene la amenaza?…