¿UNA POSIBLE SOLUCIÓN?: ¡MIRAR LO QUE QUIERES VER!
En muchos casos lo que lleva a una persona a iniciar un proceso de cambio es una situación de la que quiere salir. Puede ser una situación conflictiva en el trabajo lo que nos lleve a cambiar de trabajo o una situación de pérdida de salud (ya sea física o emocional) la que nos lleve a hacer cambios en nosotros mismos. Sabemos que, a veces, tocar fondo es una buena manera de impulsarnos a la superficie. Saber lo que NO queremos es un muy buen punto de partida. Sin embargo instalarnos en lo que no queremos puede atraparnos en el paradigma que queremos abandonar.
A continuación, y para que nos sirva de ejemplo te voy a pedir que hagas algo ¿Estás listo?… ¡Pues allá vamos!: NO pienses en un conejito blanco…
¿Lo has conseguido?… ¿has conseguido NO pensar en un conejito blanco?… ¡Intentémoslo de nuevo!: NO pienses, ni se te ocurra pensar, ni un solo instante, en un conejito blanco…
¿Lo lograste ahora?… ¿Qué está pasando?… Que nuestra mente reconoce y recrea lo que piensas o dices… ¡Aunque lleve un “NO” por compañero!
De ahí la importancia de enfocar tu energía en lo que SÍ quieres conseguir. Si yo te pido que SÍ pienses en una avestruz amarilla… ¿pensaste en un conejito blanco?… ¡Claro que NO!
Recuerdo de niño que un compañero de colegio me contó la historia de un antiguo conserje del colegio que había muerto en una de las clases y que había sido enterrado allí mismo. También me contó que su espíritu erraba a su antojo por los pasillos para martirio de niños ingenuos… Cuanto más intentaba dejar de pensar en eso, con más intensidad se manifestaba el terror sobre mi cuerpo y más real me parecía aquella historia absurda. Sin embargo también recuerdo a mi madre que, sobre sus rodillas, me contaba para calmarme la historia amable de una fábrica de luz y colores donde el amor y la felicidad inundaban sus habitaciones… cambiando totalmente el color de mi cristal. Me funcionó en ese caso mirar lo que quería ver.
De alguna manera, a través de nuestras interpretaciones y nuestra propia estructura mental no hacemos otra cosa que perpetuar aquello que pensamos y lo recreamos en el tiempo una y otra vez, una y otra vez, como aquel “¡Bienvenido al día de la marmota!” de la película “Atrapado en el tiempo” de Harold Ramis. ¿Una posible solución?: ¡mirar lo que quieres ver! Así lo propone la Psicología Positiva: Si algo te ha salido mal… ¿qué ha salido bien?… si no quieres el trabajo en el que estás ¿qué quieres entonces?… si no quieres sentirte solo, frustrado, rencoroso, víctima, culpable, depresivo… ¿cómo quieres sentirte?… ¿Qué interpretaciones van a favorecer tu movimiento hasta allí?… si no quieres ser torpe, impaciente… ¿cómo quieres ser?… ¿qué quieres en tu vida?… ¿¡qué quieres!?…
Comentarios
Gracias Alberto Ortega por esta fantástica aportación.
Desde mi experiencia me gustaría decir que yo no me daba cuenta de todo lo que estaba pensando, en cuanto a mis deseos, hasta que he sido consciente HOY mismo de qué estaba pensando, y lo más importante, cómo lo estaba pensando. No es casualidad el día de hoy. Soy de los que tiene claro lo que no quiere… Definir mis metas en positivo es lo que elijo. Y pensar en lo que SÍ quiero y vivir en positivo es lo que escojo. Gracias por brindarme la posibilidad de ver las cosas desde otra perspectiva. Voy a trabajar en nivel 5 con ello! Me funciona!
Me alegro de que te funcione Daniel! Un pequeño aleteo de una mariposa es capaz de cambiarlo todo… ¡adelante!